Grau, Bolognesi y Alfonso Ugarte: los héroes que no debemos olvidar
nunca[1].
Gesta.
Historiadores Ernesto Yepes, Manuel Burga y José de la Puente recuerdan el
valor histórico de los tres grandes héroes de la guerra contra Chile. Esto en
vísperas de que la Corte de La Haya emita su fallo sobre el diferendo marítimo
con el país del sur.
Más de 130 años han pasado de sus
gestas, pero sus espíritus no se desvanecen en las aguas de Angamos ni en el
polvo de Arica. El almirante Miguel Grau y los coroneles Francisco
Bolognesi y Alfonso Ugarte siguen siendo héroes máximos de nuestra historia. Los
tres sabían que enfrentaban una guerra que los llevaría, indefectiblemente, a
la muerte.
Ninguno escapó del deber que le
encargó la patria. Grau, a bordo del Huáscar en el Combate de Angamos, el 8 de
octubre de 1879; Bolognesi y Ugarte, el 7 de junio de 1880 en el Morro de
Arica, frente a un ejército chileno inmensamente mayor y mejor preparado. A
semanas de que la Corte de La Haya cierre el diferendo marítimo con Chile,
buscamos a tres historiadores para que nos hablen del valor de cada uno de ellos
y de su importancia histórica en la vida de nuestro país.
El historiador Ernesto Yepes
recuerda que el caso de Miguel Grau es el más dramático porque él era
consciente de las limitaciones que la escuadra peruana tenía en ese momento.
"Grau venía a Lima a pedir recursos y se encontraba con que no había
presupuesto, había limitaciones", rememora.
Sin embargo, a pesar de la falta de
preparación, Grau se fue a enfrentar a la escuadra chilena. El 8 de octubre se
encontró ante el Cochrane, Blanco Encalada, Loa y Covadonga. Y dio su última
batalla. "A pesar de que no estaba preparado para el combate, Grau
salió y dio la vida. Esto nos hace reflexionar que hay tareas colectivas a las
que no podemos renunciar. Sabía que su marinería no estaba lo suficientemente
entrenada, pero enfrentó a los chilenos", apunta Yepes.
El historiador Manuel Burga
recuerda que si bien el Huáscar le permitió a Miguel Grau ganar combates
importantes, entre ellos el de Iquique, donde cayó el chileno Arturo Prat,
sabía de la superioridad del sur. "Grau murió en combate, como héroe que
defendió la incursión de Chile por el mar. Es un ejemplo de valor en la defensa
de la patria", sostiene.
No se debe olvidar tampoco que para
la Guerra del Pacífico, nuestro país no estaba bien armado porque los
civilistas, con Manuel Pardo a la cabeza, no distinguieron bien las estrategias
chilenas. Además que la clase alta peruana tenía vinculaciones con su par
chilena y no percibía el enorme peligro de la potencia del sur.
Bolognesi y Ugarte
Nueve meses después de la gesta de
Grau, en el Morro de Arica Francisco Bolognesi y el coronel Alfonso Ugarte
tuvieron una acción igual de heroica. A Bolognesi, el mayor chileno José
de la Cruz Salvo le pidió rendirse, pero su respuesta está grabada en la historia
y fue la de quedarse "hasta quemar el último cartucho".
"Bolognesi hacía pedidos de
ayuda a Arequipa. En ese sentido, ni la falta de comunicación lo alteró y
siguió esperando hasta el último minuto. Sabía el papel que debía jugar. Pensó
que su patria, que tenía tantos tropiezos, tenía que sentir que había un grupo
que lucharía hasta quemar el último cartucho. Demostró que el compromiso
colectivo mueve montañas", recuerda el historiador.
Alfonso Ugarte, joven de 33 años,
afortunado empresario y de familia adinerada, fue quien, con su propio peculio,
formó un batallón integrado por obreros y artesanos a pesar de que estaba a
punto de viajar a Europa para casarse. "Él tenía un gran futuro, pero
se quedó para enfrentar la guerra a pesar de que sabía que estaba condenado a
perecer porque en Arica los peruanos estaban rodeados y solos. Es lo importante
de esa gesta, a pesar de las semanas de abandono no pusieron un pretexto para
rendirse", acota Ernesto Yepes.
Grau, Bolognesi y Alfonso
Ugarte son un ejemplo de fidelidad al cumplimiento del deber, afirma el
historiador José de la Puente Candamo. En la valoración de los tres, el
estudioso afirma que demostraron la fidelidad a la Nación a través del coraje
personal y de la capacidad profesional. "La falta de preparación para la
guerra no bajó el nivel de coraje, sobre todo en los marinos, donde el
desnivel era mayor. "Grau luchó como si la victoria fuera posible, fue
heroísmo limpio. Cumplieron", ratifica.
Una oración por Miguel Grau
Al abordar la guerra contra Chile, el
gran historiador Jorge Basadre rescató para la historia el discurso que dio el
presidente José Luis Bustamante y Rivero al inaugurar el monumento a Miguel
Grau en 1946. Basadre dijo que aquel discurso de Bustamante "fue una
auténtica oración" y que es uno de los mejores elogios al héroe de
Angamos.
"Vuestra nave minúscula ha
crecido, Almirante -dijo-, y hay un sutil poder de fuego que envidian los
cañones en el silencio austero de sus cubiertas desmanteladas. No fue
infructuoso vuestro sacrificio ni un vano gesto la inmolación de quienes, con
vos, cayeron en la brega; vuestras sombras augustas presiden nuestros mares; y
hay un altar para vuestro busto en cada nave de nuestra flota, y un rincón de
emoción en cada pecho de nuestros marinos".
[1]
Loayza Jorge. (2013, Agosto 18). La República. Lima.
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